Historia
Es uno de los sectores tradicionales de la parroquia de Yaruquí, conocido por sus tierras fértiles y por la calidez de su gente. Su nombre tiene raíces históricas y culturales, pues se cuenta que antiguamente era un lugar de descanso para los viajeros que transitaban por la zona, haciendo una “tambo” o parada en medio de sus recorridos, lo que con el tiempo dio origen a la denominación de Tambillo.
Desde sus inicios, las familias que habitaron este sector se dedicaron principalmente a la agricultura y a la ganadería, actividades que hasta hoy siguen siendo parte fundamental de la vida diaria de sus habitantes. La organización comunitaria, reflejada en mingas y trabajos compartidos, fue clave para abrir caminos, mejorar servicios y fortalecer la identidad barrial.
El Tambillo también es recordado por sus costumbres y celebraciones. Sus fiestas comunitarias, llenas de música, danzas y tradiciones gastronómicas, han sido espacios de encuentro donde se refuerzan los lazos de hermandad entre vecinos y se transmiten las raíces culturales a las nuevas generaciones.
Hoy, El Tambillo representa el equilibrio entre tradición y progreso. Sus habitantes conservan el orgullo de pertenecer a un barrio histórico, que mantiene viva la esencia de Yaruquí: solidaridad, trabajo y esperanza compartida.