Historia
Nació del esfuerzo de familias trabajadoras que, con esperanza y dedicación, fueron levantando sus hogares en estas tierras fértiles del valle. Su nombre, “La Victoria”, simboliza el triunfo de la perseverancia y la fe de quienes, a pesar de las dificultades, lograron construir un espacio de vida digno para sus familias.
Desde sus inicios, La Victoria se caracterizó por la organización comunitaria. Las mingas, el trabajo compartido y el espíritu solidario marcaron el crecimiento del barrio, permitiendo abrir caminos, levantar viviendas y garantizar servicios básicos para la comunidad.
A lo largo de los años, sus habitantes han mantenido vivas las tradiciones y el sentido de pertenencia, celebrando con alegría sus fiestas barriales, en las que se honra la unidad, la cultura y la identidad local. Estas celebraciones se han convertido en un punto de encuentro donde generaciones enteras fortalecen lazos y renuevan el compromiso de seguir construyendo juntos.
Hoy, La Victoria es un barrio reconocido por la calidez de su gente, su espíritu trabajador y su compromiso con el desarrollo de Yaruquí. Su historia es la historia de un sueño colectivo que, con esfuerzo y esperanza, se convirtió en realidad.